Argentina es uno de los pocos países del mundo que tiene una ley nacional orgánica.
Esta ley comenzó a ser gestada por la entonces Diputada Mirta Rubini del P.J. en el año 1997. Varios miembros del MAPO colaboraron con la Diputada Rubini en la elaboración de los fundamentos y objetivos de esta Ley.
Posteriormente funcionarios del SENASA, de otros organismos públicos, de partidos políticos y miembros del MAPO trabajaron también en la elaboración y redacción de esta importante herramienta con la que cuenta hoy el sector orgánico argentino.